Con apenas 32 años tiene ya diez de experiencia a sus espaldas y coordina a un equipo de otros cinco jóvenes, responsables del mantenimiento del Hotel Tigaiga de Puerto de la Cruz, que engloba también jardines y piscina. Estudió un ciclo de Electricidad y sus prácticas de empresa las hizo en el propio establecimiento en el que trabaja desde entonces. Completó sus conocimientos con otro ciclo, esta vez de Electrónica, y conociendo ya cómo funcionaba el hotel, al terminar pidió empleo allí. “Entregué mi currículum y ese mismo día me llamaron para empezar a trabajar al mes siguiente”, cuenta. Han pasado diez años desde entonces, tiempo en el que Cristo ha pasado por varios departamentos. “Empecé desde abajo, me he ido curtiendo, creo que me lo he ganado día a día; empecé haciendo camas, lo que aquí llamamos ayudante general, era una especie de chico para todo”, recuerda. Cristo está satisfecho con su trabajo y con el lugar en el que lo desempeña. “Estoy contentísimo de que lleven tantos años confiando en mí”, añade.
Así que su trayectoria profesional la ha desarrollado siempre en el Hotel Tigaiga, un establecimiento familiar independiente. ¿Qué diferencias cree que existen con un hotel de cadena?
La diferencia entre el hotel donde trabajo y una cadena más grande es el trato al cliente; nosotros lo hacemos sentir como si estuviera en su propia casa. Intentamos que la hospitalidad sea el punto primordial de nuestro hotel.
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