Hablando con uno de los cocineros más influyentes que me he tropezado en mi vida me di cuenta de que en países como Cuba, República Dominicana o Jamaica, en los que este gran chef ha desarrollado su actividad profesional en los últimos años, se trabaja de una manera muy diferente a como trabajamos nosotros.
Me cuenta que en una ocasión se pasaron un mes sin pechuga de pollo y que actualmente hacía una semana que no le entraban limones o un producto tan básico como las lechugas, que en Cuba crecen solas. Los clientes le preguntan en el comedor que cómo es que no hay limones si por fuera del establecimiento hotelero han visto un camión cargado y éste le respondió que esos limones no se pueden comprar, ya que no cuentan con registro de sanidad… ¡Así es el Caribe!
Gracias no sé a qué, la verdad, cualquier cliente que pide un sándwich club en nuestros hoteles lo saborea con pollo y cualquiera que quiera añadirle a un pescadito a la espalda un chorrito de jugo de limón, también dispondrá de él, ya que en nuestros establecimientos siempre disponemos de estos productos durante todo el año y no funcionamos con los productos solo de temporada.
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