Analizando el sistema socio–económico que nos atañe en estos tiempos, teniendo en cuenta la realidad de gran parte de la población activa sin empleo y valorando la eficacia de la formación en estudios con un objetivo laboral muchas veces insatisfactorio, abogo cada vez con más rotundidad por la necesidad de estimular la Formación Profesional y a la Formación Profesional para el Empleo como un medio válido de acceso al mundo mercantil. Pongo el acento, incluso, en la Formación Profesional Inicial reglada en títulos de FP para quienes no hayan logrado finalizar la ESO por circunstancias cualesquiera.
Para seguir leyendo, pincha AQUÍ