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Ayer nos llegó la triste noticia del fallecimiento de nuestro compañero Juan Antonio Rosado, histórico hotelero de Puerto de la Cruz, parte activa en Ashotel desde antes de sus orígenes, cuando fue uno de los fundadores del denominado Club 13, que sirvió de germen de la hoy asociación hotelera y extrahotelera de la provincia. Disfrutaba de su merecida jubilación, después de tantos años al servicio del sector turístico y hotelero, cuando lo sorprendió una corta enfermedad.

Empresario meticuloso, entusiasta y muy activo, su compromiso e implicación en la actividad asociativa hotelera lo llevó a formar parte de todos los Consejos Directivos que ha tenido esta entidad sin ánimo de lucro en sus más de cuatro décadas. Fue durante años vicepresidente de la zona norte de Tenerife, una etapa en la que se implicó también en la creación del Consorcio Urbanístico para la Rehabilitación de Puerto de la Cruz, con la ilusión de hacer realidad un organismo que facilitara la renovación de las infraestructuras públicas y privadas de un destino pionero, como así ha sido. También participó muchos años en las negociaciones del Convenio Colectivo de Hostelería como miembro de la comisión negociadora y paritaria.

Se graduó como director de hotel en la primera promoción de la Escuela de Hostelería de Madrid y justo después vino a Tenerife para abrir y dirigir el hotel Ícarus de Puerto de la Cruz. Posteriormente se ocupó de la explotación de complejos de apartamentos, entre ellos Teneguía y Bellavista. De este último (hoy hotel Atlantic Mirage Suites & Spa) llegó a ser propietario mayoritario hasta su venta hace dos años. Supo gestionar con coraje y determinación los tiempos de crisis para sacar adelante estos complejos, muy atomizados en su propiedad, y que en alguna ocasión le provocó la incomprensión de muchos. Sin embargo, su tenacidad le permitió finalmente sacarlos adelante.

Fue vocal de la Asociación Española de Directores de Hotel, miembro del Consejo de Administración de Turismo de Tenerife e integrante de Calínico Hoteleros x Tenerife.

Tremendamente familiar, incansable viajero, cercano en el trato con el personal de Ashotel, disfrutaba mucho contando anécdotas e historias que había vivido o que conocía sobre el sector turístico. Era un hombre muy leído y disfrutaba con lo que hacía.

Desde Ashotel enviamos nuestro más afectuoso abrazo a su esposa, Evy, y a sus hijos. Juan Antonio, tú serás siempre una parte muy importante de Ashotel. Así lo sentimos. Descansa en paz, compañero.