NOTICIAS
La Casa Rural Las Vigas, situada en Arico y asociada a Ashotel, ha sido seleccionado recientemente como caso de éxito 2024 de la Red CIDE por su compromiso con la conservación del patrimonio y la gestión de la innovación en su modelo de negocio. Anualmente la red de técnicos CIDE selecciona casos de empresas que desatacan por su gestión de la innovación continua, pequeñas y grandes empresas de Canarias que incorporan cambios en sus productos, en los procesos y en la comunicación orientados a generar valor y rentabilidad económica, social o ambiental. Este negocio fue galardonado en la modalidad Excelencia en los Premios de Turismo Islas Canarias en 2023, unas distinciones que reconocen cada año la labor desempeñada por personas, empresas e instituciones en la defensa, promoción, innovación y mejora de la calidad y sostenibilidad del destino.
La casa rural Las Vigas está gestionada por el matrimonio compuesto por Pedro Díaz y Vanessa Concepción, grandes defensores del cuidado del entorno y referentes por su buen hacer al frente de su alojamiento, que cuenta con finca y bodega propia y ofrece a los visitantes talleres y actividades relacionadas con la historia y la cultura local.
Además de alojamiento, Las Vigas ofrece a sus huéspedes y visitantes actividades centradas en la conservación de la historia local y la naturaleza, una experiencia que incluye la realización de senderos cercanos, observación de fauna y la posibilidad de participar en el cultivo de viñas y plantas autóctonas.
Asimismo, han implementado prácticas de sostenibilidad en la rehabilitación de la finca y sus propietarios colaboran con empresas y proyectos locales para fortalecer la identidad y economía de la Comarca de Abona. En materia de innovación, han puesto en marcha una estrategia innovadora en marketing digital y desarrollo de branding, posicionándose como un referente en turismo rural sostenible. A través de contenido digital enfocado en la cultura local, la sostenibilidad y las experiencias rurales, han logrado aumentar su visibilidad entre viajeros conscientes. Su identidad visual refleja la autenticidad y la conexión con la naturaleza, fortaleciendo la marca como una opción de ecoturismo exclusivo en Tenerife.
En su compromiso con negocios locales, también han desarrollado sus propios canales de comercialización, a través de los cuales ofrecen paquetes personalizados que enriquecen la experiencia de los huéspedes y promueven el turismo responsable. Estas iniciativas han permitido a la casa rural Las Vigas innovar en su modelo de negocio, manteniendo su compromiso con el medioambiente y la comunidad local.
La implicación y activismo de Pedro Díaz con el entorno rural lo ha llevado recientemente a crear Tenatur, la asociación de Turismo Rural de Tenerife.
La Red Canaria de Centros de Innovación y Desarrollo Empresarial es una iniciativa de la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias, impulsada a través de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI).
Origen de Las Vigas
En una entrevista publicada en El blog de Ashotel en 2020, Pedro Díaz, también miembro del Consejo Directivo de Ashotel, explicaba el origen de este negocio familiar. “Las Vigas es una edificación vinculada a una finca y a una forma de aprovechar el territorio; fue usada como una factoría agrícola de subsistencia en la época en la que fue construida, probablemente comienzos del siglo XIX. En Las Vigas cada cosa está donde tenía que estar, porque los campesinos que la construyeron identificaron perfectamente el territorio que la rodea, su potencial y sus recursos, y desarrollaron una forma absolutamente sostenible e inteligente de uso del territorio inmediato.
La propia casa se ubica en el lugar más alto de la finca ‒el menos productivo‒ para que no se desperdiciara ni un metro cuadrado del suelo agrícola susceptible de ser cultivado. La piedra con la que se construyó fueron los bloques extraídos de la propia zona y a su lado se identifica y se aprovecha una laja de colada sálica de tosca para construir una serie de cuevas, que servían de habitaciones y también de almacenes. La disposición de las parcelas, la disposición de los cultivos e incluso la disposición de las ventanas y las puertas en la casa no es casual: responden a una magistral lección de aprovechamiento inteligente y sostenible de cada uno de los recursos naturales. Hoy cuando tanta gente habla de sostenibilidad, yo siempre pienso que la verdadera sostenibilidad estaba en nuestros campos y en la enorme inteligencia de nuestros abuelos para saber adaptar cada mínimo recurso del territorio y seguir viviendo”.
El matrimonio de Pedro y Vanessa compró esta vivienda hace casi 25 años con la idea inicial de destinarla a turismo rural. “Desde el minuto 1 en que la compramos sabíamos que esa belleza de casa tendría que ser destinada a turismo rural, fundamentalmente por dos motivos: una, porque amamos ese tipo de turismo más tranquilo y más apegado al territorio y a la esencia de los pueblos; y dos, porque el edificio es singular, pero muy representativo de la antigua forma de construir en nuestra comarca. Para nosotros supone también una responsabilidad moral poder mostrar lo más íntegramente posible a nuestros visitantes la originalidad y las características de nuestro patrimonio; nos sentimos, por así decirlo, responsables de mostrar y conservar este legado”, explicaba en la entrevista.