-El preámbulo-
Desde el Teide presiento Canarias y pienso en cosas que aún no he hecho aquí. Cosas que me gustaría hacer antes de que pase un año más. Cosas de turista pero sin turistas alrededor, que para ser sincera esa es la mejor manera que se me ocurre de hacer turismo. Y así, desde el Teide, empiezo a perfilar un borrador de abordaje sin contemplaciones. Ya sabéis, en plan pase lo que pase y caiga quien caiga, por mi vida y por mi madre.
-La historia-
Todavía tengo islas que son asuntos pendientes. Algo así como amores sin consumar o heridas sin cerrar. Y aunque no parece razonable confesarlo sin red ni arnés, debo decir que estos capítulos incompletos llevan así, esperando ser leídos y subrayados, desde el siglo pasado. Y claro, no quisiera irme de este Archipiélago sin saldar cuentas con las islas que me faltan por pisar: Lanzarote, La Palma y La Gomera. En cuanto a las demás, me gustaría repertir y ampliar. Sobre todo porque los pocos recuerdos que tengo ya se desvanecen y, poco a poco, voy olvidando nombres y lugares, paisajes y sensaciones.
Puedes seguir leyendo AQUÍ