El pasado mes se publicó en Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma de Canarias el Decreto 113/2015, de 22 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de las Viviendas Vacacionales de Canarias. Se trata de esas viviendas urbanas cuyos propietarios alquilan o pretenden alquilar a turistas.
Personalmente considero que había que regularlas porque es indudable que la normativa aprobada resuelve parte de los problemas que esta modalidad planteará en el futuro. Aunque la regulación era necesaria y con el actual decreto se resuelve una parte de los problemas planteados, en mi opinión, su redacción ha sido muy precipitada.
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