Desde hace ya unos años esta pregunta está permanentemente en el aire y parece que, poco a poco, lo que empezó siendo una sensación se convirtió en una amenaza y ahora en una realidad: Internet como gran autopista de la información, los Smartphone y las tablets como herramientas, y las OTAS como canal han ido cavando la fosa de un gran número de agencias de viajes. Tradicionales, grandes o pequeñas, locales, nacionales e internacionales, lo cierto es que todas ellas tenían un factor común: estaban ancladas en el mundo ‘off-line’.
En varios foros y perfiles a los que pertenezco percibo diariamente el ‘canto del cisne’ de esas agencias de viajes que, desde tiempos remotos, despachaban billetes de avión y folletos de hoteles que, en muchos casos, apenas habían ojeado. Era la época en la que el cliente no tenía otra forma de viajar que acudir a una AAVV, salvo algunos atrevidos que llamaban directamente al hotel o a la compañía aérea.
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