La Ley 34/2002, de 11 de julio, sobre Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSI), aunque abarca muchas materias es la que establece el marco normativo de las comunicaciones electrónicas de todo tipo y la que intenta proteger a los consumidores. La Directiva 2009/136/CE y a la Directiva 2002/58/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de julio de 2002, cambiaron la regulación relativa al tratamiento de los datos personales y a la protección de la intimidad en el sector de las comunicaciones electrónicas. Ello dio lugar a que en España se aprobara el Real Decreto-ley 13/2012, de 30 de marzo, que modifica varios artículos de la LSSI para adaptarlos a las directivas citadas.
En su artículo 22.2 establece los derechos de los destinatarios de comunicaciones comerciales: “Cuando los prestadores de servicios empleen dispositivos de almacenamiento y recuperación de datos en equipos terminales (ordenadores, tabletas, smartphones, eReaders, etc.), informarán a los destinatarios de manera clara y completa sobre su utilización y finalidad, ofreciéndoles la posibilidad de rechazar el tratamiento de los datos mediante un procedimiento sencillo y gratuito. Por ello se establece que no es suficiente con informar al usuario, sino que se deberá obtener el consentimiento expreso con anterioridad a la instalación de ciertos tipos de cookies”.
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