Probablemente, el debate sobre si los anglicismos son buenos o malos se perdió cuando alguien advirtió que “bar” era uno de ellos. En la Marca España figura un bar, seguro. Y puestos a ser sinceros, no suena lo mismo entrar en un bar que en una taberna. A partir de ahí cabe plantearse cuándo el anglicismo deja de explicar un término para empezar a emborronarlo.
Las nuevas tecnologías están generando una cascada de conceptos que hay que incorporar a nuestro vocabulario a una velocidad que no es capaz de alcanzar nuestra lengua común, ni la de nadie. Dudo de que en China o en Alemania estén buscando un término en su lengua para sustituir las palabras “trendtopic” o “hashtag”, por ejemplo. Son vocablos que no existían antes, porque nacen con un nuevo uso y sirven, además, para unificar conceptos reconocibles en Asia y en Europa, por seguir con los paralelismos.
Puedes seguir leyendo AQUÍ